El 25 de marzo celebramos en la Iglesia Católica la Solemnidad de la
Anunciación y Encarnación. Es cuando el Ángel Gabriel fue enviado a
Nazaret para anunciar a la Virgen María que sería la Madre de Dios y Ella
respondió con su Fiat generoso: “He
aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lc. 1,38). Este "SI" de
María, valiente, decidido, con esa gran fe que todos debemos pedirle, fue el
hecho que cambió la historia de la humanidad.
La Solemnidad de la Anunciación se celebra
nueve meses antes de la Navidad. La Virgen
le dice sí a Dios y es, en ese preciso momento, cuando se encarna en el seno de
María, no a los tres meses o cuando el embrión tenía forma humana, sino
desde el momento de la concepción. He aquí una razón más por la que la Iglesia
defiende al bebé desde el primer instante de su vida.
En nuestros ratos de adoración podemos
contemplar este misterio, aprovechar para dar gracias a Dios, por elegir a tan
buena madre; y a María, por su valentía y generosidad para con Dios y toda la
humanidad.
Dios escogió a María desde la eternidad
para que por obra y Gracia del Espíritu Santo concibiera al Señor hecho hombre,
Jesús, segunda persona de la Santísima Trinidad.
Meditemos este pasaje del Evangelio para
contemplar la grandeza de Dios y la generosidad de María. Debemos darnos cuenta
que Dios no impuso, propuso a María, que pudo haber dicho no, pero
la “bendita entre las mujeres” aceptó y se produjo el milagro de Encarnación
del Hijo de Dios.
Pulsando el nombre de este cantante Alexander
Acha puedes escuchar como le canta a María, la reina de la familia.
Para más información puedes visitar ACI
Pulsa la imagen para escuchar este precioso "Magníficat"
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