Acabamos de celebrar nuestro 7º Aniversario, te invitamos a leer este artículo que nos anima a la Adoración Eucarística Perpetua.
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800 años de adoración permanente en Lugo
Una iglesia acoge desde el siglo XIII la Adoración
al Santísimo día y noche, y está en España
El Altar Mayor de la catedral de Lugo con el Santísimo expuesto
25 febrero 2017
En el siglo XIII, la catedral de
Lugo habilitó en una capilla lateral un altar para la adoración al Santísimo
Sacramento, día y noche, a la vista de los fieles. Se desconoce quién tuvo la
iniciativa o cómo se articuló el sistema de turnos, pero hay indicios de que el
culto a Jesús en la Eucaristía lleva realizándose en este lugar desde hace ya
ocho siglos.
«Desde el siglo XVI ya hay
pruebas irrefutables», afirma César Carnero, Delegado de Patrimonio Histórico
de la diócesis de Lugo, pero «antes ya encontramos pistas que nos permiten
pensar en un culto a la Eucaristía ininterrumpido en la catedral desde el siglo
XIII, o incluso antes».
El escudo de Galicia y Doña Urraca
La primera de ellas es el escudo de Galicia, que mantiene su imagen del
Santísimo Sacramento a pesar de que en aquella época cobra una gran fuerza la
gran ruta del Camino de Santiago. «Lugo fue desde el principio la capital
espiritual de Galicia. Fue capital romana del Noroeste de Hispania, y tuvo bien
pronto diócesis propia. Si el culto al Santísimo Sacramento no hubiera arraigado
con fuerza en la zona, enseguida se habría visto desplazado por algún símbolo
jacobeo, como la cruz de Santiago o la concha del peregrino. Se puede pensar
que si se mantuvo la alusión al Santísimo en el escudo de Galicia es porque ya
había una larga tradición de adoración en la catedral de Lugo», explica
Carnero.
Hay más indicios: en el año 1112,
la reina Doña Urraca menciona en un diploma a la Virgen de Lugo que en la
catedral se realiza «una gran celebración de la divinidad». El Breviario de
Lugo, realizado en pergamino en el siglo XIII, contiene un oficio propio de la
fiesta del Corpus, lo que muestra una tradición eucarística muy arraigada en la
zona. Y siglos más tarde, en 1619, el obispo Alonso López Gallo afirma haber
visto en el archivo diocesano un documento que acredita que la exposición del
Santísimo se remonta ya a tiempos de los suevos, que entraron en Hispania en el
siglo V.
Un sagrario con puertas de cristal
En el XVI ya no hay dudas: en 1534, el obispo de Braga escribe que el
Santísimo «se podía ver y adorar por quien entrare en la iglesia, porque para
este fin las puertas del sagrario son de cristal». Y en la misma época, el
licenciado Molina, un funcionario de Felipe II, afirma que hay en la catedral
culto de adoración día y noche.
¿Cómo nació esta devoción al Señor en la Eucaristía, en una época en la que
Lugo era una región más bien apartada del mundo conocido? César Carnero
reconoce que «es un hecho singular, y no se conoce bien su origen. Quizá es
debido a una reacción ante la herejía prisciliana que se propagó por esta zona
en siglos anteriores. Pero es tan anómalo que no se conoce otro lugar, y mucho
menos una catedral, que conserve esta presencia de adoradores día y noche ante
el Santísimo durante tantos siglos».
Isabel II, la pulsera y la Guerra Civil
Durante todo este tiempo, nunca se ha interrumpido la oración ante el Señor
sacramentado. Salvo en una ocasión, en el siglo XIX, en que alguien robó el sol
que embellecía la custodia, con el Santísimo dentro. «Aquello fue un drama –afirma
Carnero–, pero enseguida se hizo una colecta popular con aportaciones de los
fieles y de la misma reina Isabel II, para reemplazar lo robado». Solo se
conoce esta única interrupción en tantos siglos. Ni siquiera las guerras en
suelo español pudieron detener el culto. A este respecto, el delegado de
Patrimonio Histórico de Lugo señala que durante la Guerra Civil «muchas
personas iban al Santísimo a pedir por sus maridos, hijos y hermanos que
estaban en el frente. Y yo recuerdo cómo un día, muchos años después de la
contienda, una señora vino a la catedral a entregar su pulsera de pedida. Se la
había ofrecido al Señor si su marido salía vivo de la Guerra, y como así fue,
lo primero que hizo cuando falleció su esposo, ya anciano, fue darle al Señor lo
que le había prometido. En la actualidad esa pulsera forma parte de la
custodia».
Solo de este modo se puede entender cómo hoy, como desde hace siglos, el
Santísimo permanece en vela cada noche esperando a un puñado de adoradores que
se acercan a Él para presentarle el honor que se le debe.
De la web: http://www.religionenlibertad.com/index.html
Una iglesia acoge desde el siglo XIII la Adoración al Santísimo día y noche, y está en España
Si lo ha pedido el Papa, ¿cómo no VOY a vivir estás 24 horas lo más intensamente posible?.
ResponderEliminarEspero que MUCHOS católicos sepamos respondera esta llamada tan concreta.
Gracias por la información.
Pedro M.
Estimado Pedro M.,
ResponderEliminarHemos colocado tu comentario en la entrada correspondiente.
Muchas gracias por tu participación y comentario.
Que Dios te bendiga.